12 janeiro 2006

Anaeróbica segunda

Y vendría el capitán Jonás, quien por tajante desobediencia y asfixiado de cólera se tragó de cuajo un cetáceo noruego. Una vez en la panza y en plena hambruna, por mutación genética, la ballena se encorvó en un lobo aún más hambriento. No hay otra forma de poner orden en la historia del estúpido cánido Jonás.